La dieta «pinta» de colores vistosos a las aves
Según un estudio basado en una especie de pájaros con colores especialmente llamativos
«Un equipo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) ha comprobado que la pigmentación de las aves depende de su capacidad de metabolizar ciertos carotenoides o pigmentos orgánicos presentes en su dieta.
El estudio, que publica la revista Biology Letters y recoge Efe, apunta que la coloración roja de algunas especies de aves se produce por la oxidación de la molécula de la coenzina Q10, que, sin embargo, al ser ingerida es amarilla.
Los investigadores han centrado su estudio en los diamantes mandarines (Taeniopygia guttata), unas aves con el pico de color rojo por la oxidación de los carotenoides amarillentos de su dieta.
Así, se suministró a un grupo de machos la coenzima Q10, tras lo que se comprobó que estos ejemplares tenían una coloración roja más intensa en sus picos que el resto del grupo, explica el investigador del MNCN Alejandro Cantarero.
Además, estas coloraciones podrían ser, según los investigadores, una prueba de la calidad del animal, ya que el hecho de presentarlas es sinónimo de que poseen un metabolismo bien ajustado que les permite la transformación de los pigmentos.
En este sentido, los científicos aportaron la coenzima Q10 «específicamente modificada para unirse a la membrana mitocondrial interna, lo que la haría muy sensible al estrés oxidativo celular», señala Cantarero.
La mitocondria es el orgánulo celular encargado de generar energía mediante el transporte de electrones a través de sus membranas, lo que, sin embargo, produce radicales libres que deben ser neutralizados con antioxidantes.
El estudio sugiere que la actividad antioxidante de la coenzima Q10 habría mejorado la eficiencia del proceso metabólico, protegiendo la membrana mitocondrial del estrés oxidativo y favoreciendo la actividad de las enzimas que oxidan los carotenoides amarillos.
Estos resultados apoyan la idea de que las coloraciones rojas indican la calidad de un animal, ya que en muchas especies se ha observado una relación entre la intensidad de dicha coloración y la salud de los animales. EFE
(http://www.larazon.es/sociedad/medio-ambiente/la-dieta-pinta-de-colores-vistosos-a-las-aves-FI16690410)
El color hereditario de las aves
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y de la Estación Biológica de Doñana (EBD), han demostrado la existencia de componentes genéticos en la coloración del anillo ocular de las aves, una característica relacionada también con el color de la piel de estos animales, según ha explicado el investigador Juan Antonio Fargallo. asta ahora se consideraba que esta característica dependía casi exclusivamente del ambiente y la alimentación de los individuos. «Tradicionalmente, ante la falta de estudios que midieran su influencia genética, se ha pensado que dependían casi en su totalidad del ambiente y la capacidad del animal para ingerir carotenoides. Con esta investigación se ha analizado el componente genético en la variación de este tipo de caracteres», ha indicado Fargallo.
Los carotenoides son los pigmentos orgánicos responsables de gran parte de la coloración amarilla o roja en los animales. La vistosidad de los colores que proporcionan hace que tengan un destacado papel como ornamento y, por lo tanto, una gran relevancia en los estudios de selección sexual. Estos compuestos no se pueden sintetizar, así que los animales deben adquirirlos a través de la dieta.
En zonas del cuerpo como el anillo ocular en las que, a diferencia de la pluma y el pelo, hay irrigación, es decir, en las partes tegumentarias, la función de los carotenoides se hace especialmente patente debido a que la respuesta a la ingesta de carotenoides es muy rápida.
Una coloración muy intensa es sinónimo de una buena condición física ya que el grado con el que un individuo puede expresar el color de esos caracteres depende de su capacidad competitiva para obtenerlos a través de la dieta.
Utilizando el cernícalo vulgar, ‘Falco tinnunculus’, como modelo, los investigadores han demostrado la existencia de componentes genéticos en este tipo de caracteres, en concreto, en la región tegumentaria amarillo-naranja que forma el anillo ocular. «Además, mediante el seguimiento de la reproducción hemos podido constatar que los individuos que muestran una mayor pureza en el color y un tono más anaranjado del anillo ocular producen más pollos. Ambos efectos son más destacados en hembras que en machos», ha añadido Jesús Martínez-Padilla, investigador de la Estación Biológica de Doñana y coautor del estudio.
«Frente a lo que se pensaba, los resultados muestran la existencia de componentes genéticos en los caracteres tegumentarios que dependen de laingesta de carotenoides y apuntan hacia una selección direccional en su expresión además de sugerir diferencias sexuales en la contribución al cambio evolutivo de este tipo de caracteres», ha apuntado Martínez-Padilla.